Saturday, April 19, 2008

Life is a stage

Jamás negare que existe la complacencia. Todo ser humano busca ser complaciente y busca ser aceptado, así no lo admita abiertamente. Pese a que todos queramos decir que somos independientes y poco influenciables, es evidente que todo ser humano busca reafirmación y atención. Personalmente y por mucho que me duela aceptarlo, declaro abiertamente que se soy una “attention whore” ( que vendría siendo como una “vendida por atención, a falta de un término mejor).Algunos podrán decir que esas que aparentemente hacen lo que quieren con su vida y con su cuerpo son seres perfectamente diferenciados y particulares, que esos que dicen que hacen lo que quieren porque así lo desean tienen libre albedrio, ajeno a influencias externas. Yo lo niego: quien necesite publicar que es una unidad pensante y única, está buscando reafirmación.

Y es que es inevitable. Desde chiquitos nos enseñan a complacer a los demás, así se de forma inconsciente. Si la apreciación que tuviéramos de nosotros mismos no existiría la necesidad de vivir en sociedad, porque cada ser humano sería capaz de definirse a sí mismo. Notas, piropos, apreciaciones, críticas…todo cabe en ese espacio de reafirmación que muchos se niegan a aceptar como necesario. Podemos hacer un buen trabajo, peor mientras la efectividad del mismo no sea avalada por otro, esta labor pierde sentido.

Si bien parte de mí se define por la imagen que tengo de mí misma en mí cabeza, la parte a la que tengo que confrontar y moldear siempre es a la que tienen otros, a lo que creen que soy. Mi autoimagen es irrelevante si no consigo que encaje con la que el resto tienen de mí, es más, entre mayor sea el choque entre una y otra, peores consecuencias traerá para quien busque hacerlas congeniar. El verdadero problema viene cuando no sabes si debes responder a la imagen que has creado de ti para ti, o la imagen de los otros, cuando la reafirmación deja de ser una consecuencia de nuestras acciones para volverse en su motor, es decir, cuando deja de ser una apreciación para convertirse en una orden. Este es el dilema de nuestros tiempos: ¿Qué vino primero: la apreciación o la acción?

Friday, February 08, 2008

Nota en la nevera de Dios.

Querido Dios:
Una cosa es atender mis necesidades y otra que hagas de ellas irónicas hipérboles.
Besos, Minucia.
Pd: Quiero mi cordura y mi paz de vuelta.

Sunday, January 13, 2008

Do the evolution

11:10 P.M: "I'd trade all o' my tomorrows for one single yesterday "(Janis Joplin)
Tendemos a creer que los cambios se dan como parábolas perfectas de una piedra tiradas con onda (valga la referencia bíblica para quien la entienda), donde el punto de inicio y el final representan exactamente eso en nuestras vidas. Existe el cliché televisivo de que los cambios son paulatinos y hermosos, siempre ambientados con una bonita e inspiradora música de fondo, lo que a su vez limita los cambios a hechos de escasos segundos o contados minutos. De pronto eso es lo único real de estas patéticas imágenes: gran parte de los cambios sustanciales se dan en cuestión de segundos. Si la evolución de nuestras vidas pudiera ser tan fácilmente comparada con una de esas piedras, cuando esta estuviera en pleno vuelo y nos dignáramos a mirarla, rompería la perfección de la fórmula matemática para volverse parte de la sucia realidad y terminaríamos con un mínimo monolito en el hipocampo y un parche en el mejor de los casos.

Se supone que evolucionar es crecer y crecer es cambiar al fin de cuentas. En esa medida, si crecemos, cambiamos y, de paso, le damos una perfecta explicación al síndrome de Peter Pan. Yo he cambiado, mi vida ha cambiado o posiblemente, sólo cambian las pocas personas que la limitan. Tratar de controlar o prever los cambios es además de fútil, patético, pero es completamente natural, pues al fin y al cabo el hombre es un animal de costumbre. Yo cambió para acercarme a la imagen trillada de niña bien (por situación, no por vocación digo yo:P), de adulto pequeño y cuadriculado, cuyo cambio hacía lo que realmente quiere ser no es una cuestión de voluntad, sino un golpe de suerte casi imposible. Personalmente, deseo la involución y aborrezco el progreso…o por lo menos en este momento.
12:05 A.M: I'm not that sure anymore Janis. But ,then again , love always.
...I don't know why I even bother...

Saturday, September 01, 2007

Pd.

Quiero escribir algo espantoso, donde cada palabra, cada sílaba, cada letra destilara odio, fuerza e impulso, la ira que me debería llenar. Inhalo y exhalo, trato de ahogar entre bocanadas de yoga el impulso asesino , pero sobre todo, trato de diluir la pulsión masoquista que me despierta tu puta actitud. Pero no, no nos vamos a dar el gusto de ceder. Mas bien quedémonos con la impresión y la certeza de que la personas no cambian, sólo cambia la percepción: una idiota, siempre será una idiota, más si quiere, más si cree. Y lo más triste, es que sigo esperando que sea tu mañana. A este paso, me sale mejor conseguirme una novia, pero no es que falten pretendientes, es que falta actitud.

...en fin.

Monday, July 16, 2007

Daddy

"Every woman adores a facist,
The boot in the face, brute
Brute heart of a brute like you."
-Daddy, Sylvia Plath.
Esto no es una historia de amor. Es un cuento de odio, que buscan disimular bajo un barniz barato de simple obsesión, pero que en fondo ambos saben que es una relación sádica y masoquista para ambas partes, que parecen buscar destruirse con aparente cariño, tratarse suavemente, matarse suavemente. A simple vista tienen todos los elementos para escribir una empalagosa pero encantadora historia juntos: atracción, pasión, sacrificio, paciencia e inocencia, peor sobre todo esta el “drama”, una dosis de drama tan grande, que sería capaz de producir una sobredosis colectiva en una convención de libretistas latinos. O eso es lo que creen ellos, a lo que parecen aferrarse para no dejarse ir en los momentos que más se hacen daño.
Esto no es una historia de amor. Si fueran parte de la imaginación de Shakespeare, serían el producto de una noche de verano, bochornosa y monótona. Ella, una Julieta deprimida, obsesiva, necesitada, voluble y con un creciente delirio de persecución, entre otras cualidades de heroína moderna. A decir verdad, una hipocondríaca llena de hormonas y con mucho tiempo libre. Él, un Romeo aparentemente perfecto, que sin poder ser considerado la gran cosa, tiene un poder inconmensurable sobre quien quiere. Aparentemente perfecto, porque una vez logra hacerse con el esquivo objetivo (que en este caso es la pequeña Julieta), lo disfruta y lo hace disfrutar, para después dejarlo a la merced de su propia locura o realidad, no hay gran diferencia. Misógino aprendiz de seductor, le dijo Julieta en uno de sus cada vez más escasos momentos de lucidez. Ella se creía inteligente, pero contra la experiencia y la debilidad (producto de la excesiva energía invertida en “él”), poco pueden sus trucos empíricos. Cae, sufre, se raspa hasta las cejas y no aprende nada. De él, no entiende nada (tampoco nosotros).
Esto no es una historia de amor. Él la abandona de la forma más dulce y cruel: sin abandonarla realmente. Alimenta sus esperanzas, su cariño huérfano, su necesidad y su soledad. Cuando ya la tiene, la deja, cuando ella pensaba él se iba a convertir en ÉL, ese que su mamá, xuxa y dios le prometieron alguna vez, ese que la iba curar de una vez por todas. Se despiden en las afueras de un oscuro y caldeado café de la séptima, donde ella fue a seguirlo. Él la deja sola, bajo una amenaza de lluvia y de cosas peores que siempre la han acechado en sueños, viéndolo como un momento más en su relación, un granito que inclina aún más la balanza a su favor. Ella se tapa la boca para no gritarle, no gritarle que lo ama tanto que lo odia, para no decirle nada más y tratar de ser orgullosa, de “no mostrar el hambre”, de “hacerse desear”, aunque más tarde lo llamara dos veces , una vez para rogarle compañía de un forma “sutil”, más tarde con la razón mojada (no empapada) en ron y confusión con la intención de reprocharle su innegable estupidez, pero sólo logra balbucear un disculpa barata por haberlo despertado tan tarde. Días más tarde, ella se compra un abrigo, para tener algo que él no le da y tapa las cicatrices de sus reproches enmudecidos. Y dice que no lo necesita y él dice que la necesita ( o eso esperamos), pero nada de eso es verdad. Al fin de cuentas, esta no es un historia de amor

¿O si?

Monday, July 02, 2007

El problema del Olvido.


Siempre he considerado que no se dar consejos: se resaltar lo obvio, cosa que a quienes sufren les puede parecer mucho y sorprendente, pero que para mi no significa más que tratar de mirar las cosas con cabeza fría. Sí, siendo fría y retraída (o eso parece a simple vista), no me gusta pedir consejos , no porque crea que la otra gente no es buena dándolos, sino porque para dar un buen consejo, es necesario tener un buen contexto en la mayoría de los casos y la imagen de este se construye a través de explicaciones que simplemente me da pereza dar. Cuando pido un consejo “trascendental” (inevitablemente relacionado con que haría con su vida una persona aparentemente normal en mi caso), es porque estoy al borde de un ataque de nervios, un impulso destructivo o cualquier otra curiosidad infantil o porque quiero demostrarle a la persona que se lo pido, que me importa tanto para explicarle las situaciones que mi inquieta cabeza modifica , hasta volverlas en grandes catástrofes. Si te pido un consejo, es porque te estoy entregando una gran parte de mi pequeño universo, y eso es peligroso para ambos. Pero es un riesgo que quiero correr.

Afortunadamente, puedo decir con orgullo que las personas a las que les pido consejos son buenas dándolos o por lo menos, dan cierta elegancia a palabras que dichas por mi serían una insulsa exposición, o bueno, así ha sido en la mayoría de los casos, porque ha habido excepciones, excepciones que son las que me motivan, porque todos hemos caído en el error de dar el consejo mas trillado e inútil del mundo, de decir esas palabras que muestran lo ignorante que podemos ser no sólo frente a realidades diferentes a las nuestras, sino al universo en general. Entonces, por favor levante la mano el que alguna vez no ha incluido estas tétricas palabras (o alguna de sus variaciones) en un consejo: desde el popular “olvídalo”, pasando por el pseudo-intelectual “supéralo”, hasta a llegar a un extraño y patético “get over it”. Hasta en este punto yo, la omnipresente, todopoderosa e increíblemente idiota Minucia, tengo que agachar la cabeza con vergüenza.

No entiendo porque, pero todos hemos caído en el error de sugerir el olvido como solución a un problema, lo hemos recetado como si fuera tan fácil como comprar un paquete de olvido, echarle agua ,tomárselo y santo remedio, cuando todos sabemos que no existe, NO EXISTE, tal cosa como el olvido voluntario. Así sea una cosa chiquita y sin aparente valor, cuando algo nos afecta, no se nos quita de la cabeza, por mucho que queramos. Pueden existir remedios “caseros” como empapar las neuronas en alcohol o sufrir una grave contusión cerebral que son casi la misma cosa (o que lo diga quien no ha pensado en suicidarse del guayabo), pero al final siguen siendo cosas pasajeras que aunque pueden esconder momentáneamente lo que quiere olvidar, no funcionan a la larga.

Y yo no sé porque, si es decisión de Dios o un error en la evolución, pero el olvido no llega, por mucho que recemos o estudiemos el genoma, no llega o no se da como quisiéramos, y no es del todo malo después de un tiempo (bueno, en la mayoría de los casos), peor para quienes lo quieren es fatal. Como los alcohólicos, para alcanzar lo que se quiere, en necesario aceptar que el olvido no se somete a la voluntad humana, que es otra de las cosas de la naturaleza que por muy malos o poderosos que seamos, nunca vamos a poder controlar. Es entonces vital aceptar que como Penélope (no la de Ulises, sino la de la canción :P) estamos esperando una cosas que sinceramente, jamás va a llegar o, peor aún, va llegar, pero no cuando ni como la esperábamos El problema del olvido, es que esperamos de él, lo que nosotros no podemos hacer con nosotros mismos y sólo cuando aceptemos esto, es posible que empecemos a curar lentamente esas heridas que nos obsesionan. Esa curación, que tiene que dejar cicatrices que nos recuerden lo que vivimos, peor también lo que sobrevivimos, es el verdadero olvido, no la estúpida y repetida palabra, sino un fenómeno que se da dentro de nosotros mismos.

…..Pero si se todo esto, y de alguna forma lo puedo transmitir ¿Por qué carajos sigo buscando el botón que reinicie mi alma y mi corazón, para lograr el tan popular consejo?.....





Wednesday, June 27, 2007

Meme del Juego de los 8 egotismos

Bueno, después de casi tres insoportables meses de insoportable ausencia (para mi múltiples lectores, claro está :P) me reintegro a esto con mi primer meme oficial, cortesía de Lou. Si, yo sé que no es la gran cosa, pero también se que no es necesario que lo sea porque este espacio está condenado a la mediocridad y a la idiotez. En fin, aquí va mi intento frustrado de reintegrarme al mundo "real".

INSTRUCCIONES // REGLAS
1.- Cada jugador comienza con un listado de 8 cosas sobre sí mismo.
2.- Tiene que escribir en su blog esas 8 cosas, junto con las reglas del juego.
3.- Debe seleccionar a 8 personas más para invitar a jugar y escribir sus nombres.
4.- Por último, tiene que dejar un mensaje en sus blogs invitándoles a jugar, indicando en el mensaje, el post de su propio blog "El juego" .

1. Normalmente me visto con la cortinas abiertas y la luz prendida (si es de noche) por dos cosas: a) me da pereza cerrar las cortinas o vestirme en otra parte. b) por el placer de saber que la gente está tan consumida manejando que nadie alza la vista más allá del timón.
2. Desde hace mucho tiempo, tengo la certeza de que haga lo que haga, voy a fracasar en la vida y voy a seguir siendo un desperdicio de ser humano.
3. Últimamente he tenido la certeza de que soy un chiste para Dios. Lo que ve cuando la omnipresencia y omnipotencia se ponen muy “hardcore”.
4. Una caja de bocadillos tien más sentido del ritmo que yo y pese a eso, normalmente bailo cuando creo que nadie me ve. Evidentemente, me han visto, cosa espantosa realmente...
5. Siempre que abro mi mail, espero encontrar un mensaje de alguien que me diga que me ama, jejeje o algo así, terriblemente romántico.
6. Como a casi todas, me molesta salir a la calle y que obreros, taxistas y demás me molesten insinuando que algo de mí les gusta ( y no precisamente los ojos). Pero tengo que aceptar que el día que salgo y no despierto ni la más mínima reacción, es un día entregado a la depresión.
7. Soy muy sensible ante cosas tan banales como la forma de escribir por msn: una palabra mal, una respuesta seca o algo por el estilo y la vida se me llena de dudas.
8. Pese a mi obligado pesimismo, normalmente espero mucho de las personas cosa , además de irónica, trágica y peligrosa para mi delicada persona :P.

Y ya, ahora se supone que invite a más gente a hacer esto.
1.[Insert Name Here]
2.[Insert Name Here]
3.[Insert Name Here]
4.[Insert Name Here]
5.[Insert Name Here]
... ... ... ... ... ... ... ...

Bueno, creo que se entendió que tan amplia y popular es mi patética existencia, entonces mi más sincera invitación a la humanidad entera para hacer esto si se le da la gana.